Estilista en tiempos de pandemia
Desde hace ya algunos meses, estamos viviendo una realidad que nunca pasó por nuestra mente, nos estamos enfrentando a cambios tan radicales en nuestros hábitos, ideales, metas, proyectos, profesiones, sentimientos y en la economía.
Claro todos desde su propia perspectiva, este tipo de acontecimientos para los cuales nunca estamos preparados siempre afecta más a unos que a otros y nos preocupa la salud, la estabilidad económica y emocional de nosotros pero principalmente de la gente a la que amamos.
Pero creo que ya es tiempo de dejar de preguntar ¿hasta cuándo se va a terminar todo esto? Y comenzar a adaptarnos y seguir evolucionando con todo lo que implica vivir con esta pandemia.
Mi profesión es ser estilista, y aunque no soy yo quien aporta el principal sustento en mi familia, mi profesión me permite ser un gran apoyo, ya que como estilista brindo un servicio que no solo está ligado a la vanidad, sino también a la salubridad y bienestar de cualquier nivel social, y puedo decir que el Covid- 19 no ha desplomado mi economía, claro no percibo el mismo ingreso que antes de la pandemia pero lo que gano me permite estar estable. Brindo un servicio que la mayoría de las personas requieren, un corte de cabello siempre es indispensable, ya sea para dar una buena imagen y presentación a los que aun salen a trabajar y como medida de prevención de contagio, o para los niños que aun cuando están en casa requieren cortarse el cabello por que como dicen de forma popular las mamas “no los quieren ver pachones”, las niñas y las damas actualmente se están cortando el cabello para ahorrar en shampoo o simplemente porque no se dispone de mucho tiempo para peinarse, y es que ahora que se está mayormente en casa las obligaciones y responsabilidades han aumentado. En el sector de la población menos afectada en su economía es todavía más recurrente el que soliciten algún servicio como el retoque de color, las uñas, un diseño de corte nuevo para el cabello, el diseño de barba, etc. Ya que el cuidado de su personalidad es importante para el medio en el que se desenvuelven, aun estando en casa.
Los servicios que ofrece un estilista dan efectos positivos en la salud psicológica y autoestima ayudando así a liberar la tensión de problemática en la que estamos viviendo. Como estilista puedo ejercer desde casa o trasladarme a los domicilios de mis clientes, la mayoría de los productos que utilizo no son perecederos y las herramientas de trabajo ya las tengo y no se desgastan con mucha facilidad, la inversión es mínima para brindar un servicio y puedo seguir todos los lineamientos de protección establecidos para cuidarme y cuidar a mis clientes del virus. Hay colegas que tienen negocios establecidos los cuales generan gastos de renta, servicios y personal contratado. Sin embargo la profesión es tan noble que te permite adaptarte casi a todo y a todos. Por qué lo positivo de ser un estilista en tipos de pandemia, es que puedes brindar tus servicios adaptándote a la economía de tu cliente, aun cuando no tuviera con que pagarte hay servicios que puedes brindarle sin necesidad de invertir nada, solo un poco de tu tiempo, el temor al contagio del covid-19 es latente, pero tenemos que continuar viviendo y trabajando de manera responsable, dando seguimiento a las medidas de seguridad pensando no solo en nuestra salud, sino también en la de los demás, porque el apoyo mutuo nos hace más humanos y mejores personas.
